Una estrella que nació del esfuerzo: la Quinta Campeona 2012
Corría el año 2012 y algo especial se estaba gestando en la Quinta División del Club Irigoyen. Con el alma llena de ganas y los botines embarrados de sueños, un grupo de pibes, junto al querido "Sapo", Luciano Garay, empezó a escribir una página que quedaría marcada en la historia del club.
37 años de espera
Desde 1975 que Yrigoyen no lograba levantar una copa. Eran años de lucha, de quedarse cerca, de seguir apostando al semillero, de no bajar los brazos. Hasta que llegó ese equipo. Un grupo comprometido, que entrenaba con frío, con calor, con lo que haya… pero siempre con el corazón puesto en el escudo.
Fue a base de esfuerzo, dedicación, compañerismo y compromiso que conseguimos lo que tantos años se nos había negado: una nueva estrella. Y no fue solo un título. Fue romper una barrera. Fue devolverle la sonrisa al club. Fue hacer historia.
La familia que nos sostuvo
Atrás de cada jugada, de cada entrenamiento y de cada gol, había familias enteras alentando. Estaban las madres, padres y vecinos que no faltaban a un partido: Alicia Duré, Gaby Olivera, Irma, Beto, Cecilia Batisteza, Marisa… y tantos otros corazones que nos empujaban con su amor, sus consejos y ese mimo que no se olvida.
Después de cada entrenamiento, nos esperaba un mate cocido calentito con pan y dulce de leche. Y en la semana, Cecilia Batisteza nos cocinaba unos canelones riquísimos que se convirtieron en símbolo de unión. Porque sí, esa parte también fue fundamental: la familia, la cocina, la charla, el estar juntos. Eso nos hizo tan fuertes como grupo, tan unidos, tan comprometidos.
El regreso de la gloria
Y ese compromiso fue lo que permitió que la Quinta consiguiera los resultados que tanto estábamos anhelando, para nosotros y para los hinchas del club. Porque después de tantos años sin levantar nada, por fin Yrigoyen volvió a gritar campeón. Y nosotros fuimos parte de esa alegría que todavía hoy se siente.